Según lo que entendí ayer, la libertad de expresión consiste en ir a pararse afuera de una casa de Gobierno con el respaldo del ejecutivo para pedir la censura de un canal de televisión.
Tanta alharaca dicen, fue por no pedir permiso. Pero el nombre de Jaime Guzmán salió tantas veces que más parecía romería que conferencia. La verdad es que sangraban por la herida y como humanos que somos el pecado no está en sentirlo si no en expresarlo. Todo argumento administrativo quedaba corto ante el ideológico. Un destemple y nivel de entelequia de ese tipo no es digno de altos cargos en política.
Al menos alguien responsable por el único asesinato que les importa habla desde una cárcel. El resto sigue llorando sus muertos desde la impunidad.
De todas formas y si fuera cierto que todo es por un permiso, deben saber que el periodismo, el verdadero, nunca se ha tratado tanto de pedirlos como de buscar la verdad y el testimonio. La dictadura se derrotó también desde las comunicaciones y el valor de medios y trabajadores que sabían que para conocer lo que estaba realmente ocurriendo no iba a ser posible pidiéndolo por favor al ministerio de interior. Para el caso de una democracia, el asunto corre igual. Si no pregúntenle a Richard Nixon.
Y que yo recuerde, cuando se entrevistó a Townley, a Romo, a Contreras, al Fanta y a varios lo del permiso nunca fue tema, nadie hasta el día de hoy está interesado si se pidieron o no. Porque lo relevante era conocer el testimonio. Podíamos sentir rabia, perplejidad, terror, asombro o incluso algunos estar de acuerdo con ellos, pero ningún familiar de D.D. se fue a parar afuera de la Moneda exigiendo certezas administrativas ni las penas del infierno para los canales. Si están interesados verdaderamente en la construcción de un mejor país estas entrevistas, estos procesos deben ocurrir. Son heridas abiertas de un Chile que aún no se ha ido.
Critiquen que la entrevista fue buena o no, el rol de Fuentes o si están de acuerdo o no con Norambuena, hagan mierda al canal por «comunista», pero no se metan con el periodismo ni con el derecho de un medio a informar, porque para eso todavía están menos mal.
Y por último no sean descarados, ayer dijeron tantas veces la palabra asesino, torturador y secuestrador que por un momento pensé que estaban pasando lista.
Aguante La Red y Mentiras Verdaderas!
*El 15 de febrero de 2021, el programa Mentiras Verdaderas entrevistó desde la cárcel al ex frentista Mauricio Hernández Norambuena. La derecha montó en cólera pidió sanciones para el canal La Red.