El título “Jaguar” de estas conversaciones suena a chiste, encaja mal si se pretende hablar de una época y de una narrativa (de esto último es de lo que menos se habla). Este libro es hermano de otro de los mismos autores (promovido aquí): conversaciones con la poesía chilena. Ambos se complementan. No es una mala idea, más bien es buenísima, aunque presiento que solo interesa a poetas y narradores. No hay para que subrayarlo: uno de los más relevantes temas de estos dos libros es el pelambre.
De todas maneras, y no es una crítica que importe, me gustó más el de los poetas por su intensidad cargada a la cita intelectual, a la desproporción intelectual. Los narradores, en cambio, leen menos y aprovechan más el espacio para sacarse ronchas entre ellos, algunas feroces. La gran temática conversacional de los narradores es el discursos político, desde los noventa hasta la fecha, sin variar mucho, lo que no tiene nada de malo o no está de más, pero poco hay de propuestas narrativas. Las quejas apenas levantan vuelo y repiten verdades evidentes (el mantra contra el neoliberalismo es tan agotador como poco original).
Con este libro se descubre algo evidente, innegable: narradores tenemos de sobra y con talento, algunos excepcionales, otros jóvenes y audaces, por supuesto también sobrevalorados, no todos llegarán, si es que hay que llegar a algún lado.
Lo valioso y necesario que sí destila este libro como conclusión es un recordatorio: sí, existió un Chile en los 90, un país extraño y doloroso, con olor a Pinochet, y que tuvo o tiene una generación que a punta de decepciones se ha dado a conocer llena de traumas que explicarían muchas cosas.
Jaguar; Conversaciones con Narradores Chilenos 1990-2019
José Tomás Labarthe y Cristian Rau.
Ediciones U. Diego Portales