Como no estar contento con la aparición de esta novela (gráfica). Aquí hay de todo: talento, calidad, imperfecciones, ñoñerías, atrevimientos. Es difícil encontrar tanto en una novela (no gráfica). El tema, solo por el título, cruza la línea de lo fascinante y se encarama en lo necesario: escribir y dibujar a Pinochet, es decir, retratar al genio del mal desde una obra artística. Pocos lo consiguen. Los autores, creo, pisan el palito al advertir que no se debe leer como un reportaje, sino como una novela histórica con elementos literarios y gráficos, pero, justamente, es más lo primero que lo segundo, ahí está la principal crítica de una obra que iba para lo mejor publicado sobre el tema (del mal) en años.

Nunca debió salir de la ficción o solo concentrarse en ella, pero termina más como reportaje, intenta reportar la historia y explicarla, a veces de forma absurda (Pinochet sería hijo del miedo anticomunista de su madre unido a un accidente en la calle cuando era un niño, asunto que sí ocurrió, pero es acomodado y pegado con chicle). Demasiado reportaje histórico, poca ficción. La banalidad del mal, de la que Pinochet es un ejemplo delirante, queda descartada, más bien se acerca a explicaciones absurdas (Pinochet y sus dos amigos imaginarios: O´Higgins y el tío Sam, sus mentores. O el juicio final en los infiernos donde no faltó nadie, hasta Gabriela Mistral es jueza. Mucho).

Lo mejor es el Pinochet derrotado en Londres, acosado por sus fantasmas, allí estaba todo sin necesidad de nada más (las dos primeras páginas, en el dibujo de Félix, son sublimes). Ahí debió quedarse la historia, en los fantasmas de un dictador senil, acosado por el peso de sus crímenes, ahí está la mejor novela gráfica en muchos años, lo demás huele a ñoñería y repaso histórico ultra sabido. ¿Es esto una crítica negativa? De ningún modo. Repito: ahí está la mejor novela grafica (agrego: y no gráfica), etcétera, etcétera.

Los Fantasma de Pinochet
Sergio Ortega / Félix Vega
Planeta Cómic; 2021