Caetano con Cover

“Gusto más cantar canciones de otros que las mías” ha dicho Caetano Veloso, configurando a la par una carrera como intérprete tan fina y adictiva como su labor compositiva, como si algo más tuviera que probar uno de los autores latinoamericanos más importantes del siglo XX.

Caetano devuelve la mano cada vez que puede a sus muchas influencias. Muchos de esos momentos no forman parte de ningún disco de estudio quedando sólo como pieza de conciertos. Sin embargo un par de veces ha llevado esto a homenajes íntegros, como “Fina Estampa” o “A Foreign Sound”, dos redondos discos donde se explaya sobre un buen puñado de composiciones latinas y anglosajonas, respectivamente.

Como toda elección lleva implícita una discriminación, muchas otras piezas quedarán fuera de esta lista. Incluirlas todas sería bien largo y quizás sea aquella la mejor forma de invitar a seguir buscando, de entre un abundante catálogo de covers que puede seguir creciendo ya que en agosto, con 79 pepas recién cumplidas el incombustible Caetano inicia nueva gira por Europa a pura voz y guitarra y en concierto siempre aparecen las sorpresas.

Como siempre, se recomienda oir el cover primero antes que su original.Aquí vamos:

Mora na filosofia (Transa;1972) En el exilio, Caetano se despacha dos discos. Uno de ellos, Transa, no es solo el preferido de aquella época, si no también de su carrera. Es el álbum con el que según contó había alcanzado una dimensión musical que hasta entonces había estado buscando. Y era que no, si aparecía esta joya del cancionero popular sambístico escrito por Monsueto Menezes y donde el bahiano prácticamente vuelve a redefinir la Tropicalia llevando la tradición hacia caminos, tiempos y sonoridades insospechadas.

Partido alto: (Chico & Caetano; 1972) Una intensa versión para un clásico samba de Chico Buarque interpretado en vivo en el célebre concierto que ambos músicos brindaron en el Teatro Castro Alves de Bahía. En aquel tiempo, cierto sector de la prensa y de la fanaticada más extrema que vive la música como Barra Brava hacían eco de una supuesta rivalidad entre ambos artistas debido a que uno representaba aparentemente tradición y el otro revolución. Lo cierto es que se adoraban. «Si quiero hacer la Tropicalia es justamente para defender el legado y la defensa de la tradición que encarna Chico» decía Caetano. Y bueno, este concierto fue en parte el tapa boca para todo aquello. Se la pasaron cantando canciones uno del otro y se transformo en un disco que es historia y esta versión, también, al demostrar una vez más como una carta de principios todo lo que Veloso seguía proponiendo desde la Antropofagia y el Tropicalismo y más aún, una vez regresado del exilio europeo con toda la sicodelia dando vueltas.  Un samba repasado por estridentes guitarras y acordes disonantes. El folklore y el rock unidos jamás serán vencidos.

Pipoca moderna (Joia, 1975): Veloso hace algo más que un cover al escribir la letra de esta vieja pieza instrumental del folklore pernambucano compuesta por Sebastião Biano y revisada  en clave barroco y virtuosismo a través de su voz haciendo precisos malabares melódicos entre la delicada instrumentación de flautas y percusiones. Pedazo de obra si le interesa el Veloso más vanguardista y vocal. Si quiere más, para eso está el disco entero, lleno de momentos como éste. Otra buena versión en encuentra en el compilado Raro e inedito (75 – 82)

Coqueiro de itapoâ (Cores Nomes. 1982): Melancólica y playera vuelta al clásico de otro clásico, el bahiano Dorival Caymmi. A pura voz y guitarra, Veloso encanta con delicados fraseos sobre unos arpegios que van y vienen como si de olas se tratasen.

Sonhos (Cores Nomes, 1982): Tomada del cancionero de Peninha pero mucho menos popular que el arrasador impacto de Sozinho (ver más adelante). Caetano da en la armonía justa y anota otra bellísima canción a su repertorio que sin embargo parece perderse inexplicablemente al momento de acelerar el tiempo sobre la segunda parte. Riesgos aparte, temazo y que al parecer es de sus preferidos porque se le ha escuchado en varios conciertos.

Nega Maluca / Billie Jean / Eleanor Rigby (Caetano Veloso, 1986): Otro clásico de su lista de covers, salido de un clásico de la música universal. Una amiga me dijo que imaginaba a Caetano cantando / murmurando esa canción en su oído y lo demás no lo puedo contar. Tampoco con eso hay más que agregar a la descripción, salvo que pocos se acuerdan que comienza también con un pequeñísimo fragmento de Ewaldo Ruy con Fernando Lobo y termina insinuando a los Beatles. Imperdible.

Get out of town (Caetano Veloso, 1986)Caetano hace oro con un viejo tema de Cole Porter. El jazz y la bossa nova siempre estuvieron emparentados y ambos hace rato venían cumpliendo años pero Veloso se las arregla para que todo suene como si fuera la primera vez, en un disco grabado a pura voz y guitarra y que para él es puro rock & roll. Ojo con el solo, que corre también por su cuenta.

Ouro de tolo (1993): No es muy diferente a la versión original del entrañable Raúl Seixa, pero su letra contra la aparente conformidad que promocionaba la dictadura de Ernesto Geisel debe resultarle muy significativa como para entrarle sin más arreglos ni pretensiones que grabarla y sólo por eso merece lugar en esta lista. Temazo.

Mano a Mano (Circulado Vivo, 1992): Los noventa son también para Caetano el tiempo de su encuentro con el maestro Jaques Morelenbaum, lo que dio como resultado increíbles discos y mejores conciertos. De esas andanzas salieron muchos de los mejores momentos de su carrera, como este. Un arreglo adelantadísimo para un tango escrito 70 años atrás y uno trata de imaginar cómo reaccionaría Gardel si escuchara a Caetano junto a Morelenbaum entrándole a puro cello, voz y modernidad a una de sus más clásicas composiciones. Sacrilegio o sagrado, el cover resulta demoledor.  

Oceano (Circulado Vivo, 1992): Jugada versión a una de las más alabadas melodías de Djavan. Debe ser no sólo uno de sus mejores cover, también una de las interpretaciones más hermosas de su carrea. Esta pieza es uno de esos ejemplos preci(o)sos para argumentar por qué a alguien podría ocurrírsele armar un artículo como éste.

Jokerman (Circulado Vivo, 1992): Es Circulado Vivo el mejor disco en concierto de Veloso? y al mismo tiempo es Jokerman uno de los mejores covers de su carrera? Se instala esta revisión a un olvidado reggae de Bob Dylan aparecido en Infidels (1983) como una de los mejores de las miles que han hecho sobre el músico de Minessota? Queda abierta la discusión ante tamañas pero legítimas exageraciones.

Un vestido un amor (Fina Estampa; 1994): Cuenta Fito Paez que escuchó a Veloso cantar esta canción (su canción) en vivo junto a su mujer de entonces, Cecilia Roth. A ella se la había escrito y a ella se la estaba cantando ahora Caetano con Páez muriéndose de celos al ver la reacción de ella. Fue tan bueno el arreglo de cámara de Jaques Morelenbaum que finalmente el argentino se lo robó para volver a grabarla en su álbum Euforia de 1996.

Tonada de luna llena (Fina Estampo ao Vivo, 1994): Casi un acto de vanidad, nada raro en Veloso. Desprovisto aquí de todo instrumento aparte de su voz ofrece una versión inaudita de este clásico venezolano de Simón Díaz dando por finalizado el majestuoso homenaje a la música latinoamericana. A pesar de que luego volvía con un bis parece que no convenció mucho porque finalmente en el CD no quedo así.

Jorge da capadocia / Prenda mina / Meditaçao (Prenda Minha, 1998): Prenda Minha es quizás el mejor registro en vivo de Veloso. Una joya audiovisual enriquecida con un montaje que no tiene desperdicios. Denle play al el DVD pero olvídense del primer tema, Minha voz, mina vida, una composición propia. Las cosas se ponen puro color Veloso desde el segundo, que es como debiera comenzar realmente el show y de hecho quedó así en el CD: un medley que junta a Jorge Ben Jor, una vieja pieza anónima del folclor gaucho, Tom Jobim y Newton Mendonça en 3:47 inolvidables minutos. En el link que les dejo está el show entero por pista. La tres primeras corresponden a este destacado.

Sozinho (Prenda Minha, 1998): Una sencilla canción de amor pero con una poderosa interpretación cambiaron la historia. Ejemplo mayor de cómo un buen cover trasciende la autoría original, tanto que no pocos creen que esta es efectivamente una canción de Caetano y no de Peninha. Se transformó en una pieza referencia de su repertorio e incluso se vuelve un standard interpretado por otros artistas. Con todo, la mejor versión continúa siendo la aparecida en el DVD Prenda Minha (que gran video entero aquel), cuando entre medio abre un hermoso paréntesis sobre cómo surgió la idea de cantarla y explica con humildad que su interpretación es apenas “una mención” a la original, comparada con las versiones de Sandra de Sá y Tim Maia.

Drao (Prenda Minha, 1998): Minutos antes de Sozinho, Veloso se mandaba esta joya de Gilberto Gil, merece un impacto similar al de Sozinho, pero dejemos que el tiempo ponga las cosas en su lugar.

Cucurrucu Paloma (Hable con Ella OST, 2002): La interpretación aparecida en Fina Estampa ao Vivo es sublime, pero lo que hace para la película de Pedro Almodóvar, cameo incluido, es de otro mundo.

Come As You Are (A foreign Sound, 2004): Como buen amante del rock no era para extrañarse que tarde o temprano le tomaría el pulso a los sonidos noventeros salidos de Seattle.  Pero claro, es Veloso, así es que le baja las revoluciones y los decibeles (más no la intensidad) a este clásico del Nirvana del Nevermind (1991) y lo incluye en su disco homenaje a la música anglosajona al lado de piezas tan populares y distantes como como Sofisticated Lady, Fellings y Diana. 

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