Entre dos fogonazos del 2019 (octubre incendiario-marzo cautiverio), en medio quedó esta novela que es otro fogonazo. No es un canto al derecho a vivir en paz, todo lo contrario, una novela donde la violencia por fin es un tema para discutir, la violencia de las armas no como una abstracción para estar en desacuerdo o acomodarse con el mentado “venga de donde venga”. Una novela imprescindible si se quiere a hablar sobre lo de octubre, pero también lo de septiembre de hace muchos años, lo de marzo actual y toda la violencia que viene adelante.
Tres actos con tres tipos de locuras por las armas o a consecuencia de las armas. Digamos que la pregunta clave del final: ¿se transforma en hijo de puta el que lleva uniforme y carga una parabellum o un AK 47?. La respuesta es obvia, se sabe antes de abrir la novela, se supone, se confirma. No son las armas, son los cabezas de pistola que nos rodean con armas en la mano, en la billetera, donde sea.
Pero, ojo, no es solo crueldad, aquí hay prosa chilena de calidad para enrostrarnos la violencia no en abstracto. Abstenerse finolis o intelectuales chanta. Una novela tremenda, cruel solo si consideramos que el mundo es cruel
Los Psychokillers
Marcelo Leonart
Tajamares Editores;2019