En 1975, un director de cine viaja de Estados Unidos hasta Asia junto a su esposa y tres hijos para grabar una película. Él es una estrella del entretenimiento. Ella, la fiel y abnegada esposa que le apaña y acompaña en todos sus proyectos. Al inicio del rodaje, ella recibe una cámara y un par de asistentes para que vaya registrando el proceso. No tiene claro si su marido lo hace para evitar su aburrimiento o porque ya era inviable contratar más gente. Él conoce de su sensibilidad artística pero subestima sus capacidades. Lo que ninguno podía saber es que aquella empresa aparentemente menor iba a terminar con un documental premiado y un libro de culto. El matrimonio lo conforman Francis y Eleanor Coppola y la película se iba a llamar «Apocalyse Now». Así de sorprendentes e intensas iban a ser siempre las cosas.
Hace tiempo sabemos lo que significó Apocalypse Now como obra y también como experiencia límite de rodaje. De lo primero, nos enteramos por Francis apenas vimos su obra maestra. Pero fue gracias a Eleanor que supimos de lo segundo, primero en este libro publicado en 1979 y luego en el extraordinario documental de 1991, «Corazones en Tinieblas», firmado en conjunto con Fax Bahr y George Hickenlooper
La película se transformó en lo que su nombre enunciaba: set arrasados por incendios o tifones, un tigre hambriento suelto en un avión, helicópteros que desaparecían para ser usados en una guerra de verdad, cadáveres ardiendo en medio de una escena, actores infartados o ausentes que obligaron a hacer cambios en el guión, Coppola lanzando sus oscar por una ventana, Eleanor tirando platos y floreros contra una pared, un matrimonio en crisis.
Cinco meses de grabación, se volvieron dos años. Una gesta cinematográfica similar a «Fitzcarraldo», con toda su terrible épica. Sólo pasamos de la selva peruana a la de Filipinas. Pero ahora, la película entera sería ese barco. «Apocaliyse Now», un filme de guerra destinado a retratar el descenso a las tinieblas del corazón humano, desató su propia locura y este libro es una de las cosas que sobrevivieron, su única crónica posible.
Notas a «Apocalipse Now» es, se intuye, un libro delirante, pero no por su método ni redacción. Después de todo fue escrito por una mujer que no se podía permitir perder el control como el resto del mundo. A pesar del rigor y la genialidad tuvo que seguir siendo dueña de casa en un país exótico mientras su marido filmaba una de las mejores películas de la historia del cine.
Está escrito con la sencillez y cotidianidad de un diario pero con la profundidad de una improbable novela sobre todo aquello que no entró en la mesa de montaje. Es un libro para aprender de cine, por supuesto, pero no de la manera que esperábamos. Hay tanto de técnica y producción como de psicología humana.
Y es en ese detalle que se abre una lectura igualmente importante. La película iba a cambiar muchas cosas más allá de la manera de hacer cine bélico. Eleanor, una mujer siempre a la sombra de un marido famoso iba a comenzar también un viaje, a la manera de Willard, pero luminoso. Estas notas son al mismo tiempo una reflexión, un descargo y una acción de vida y arte.
Apocalipsis, según el diccionario, es también la revelación de un conocimiento dice en un momento Eleanor y eso fue Apocalyse Now, su propia guerra interior, aquella que la llevó de ser la acompañante de un hombre para convertirse en una mujer con la capacidad de vivir por su cuenta y crear obras inolvidables, de tomar de una vez por todas su lugar en el mundo.
Notas para Apocalyse now
Eleanor Coppola
Barlin Libros; 1979.