Si Nicanor fue el encargado de chasconear la poesía, Violeta nos desveló un país en sus profundidades geográficas y musicales, fue el Tío Roberto el mejor cronista de un Chile que ya no existe. El clan Parra Sandoval desperdigó su talento en la historia hacia innumerables capítulos de nuestro patrimonio. Poesía, música, y teatro son algunos de ellos y en este pequeño libro se reúnen todos. Fue a principios de los 90 que Roberto se propuso contar la travesía biográfica de su hermana Violeta, una empresa de la que entraba y salía con tanto entusiasmo como decepción.
Entre esas idas y venidas lo pilló la muerte, en 1995, dejando 10 cuadernos de una obra inconclusa y que la Editorial Tácitas publicó para el centenario de la cantautora. Varias son las versiones encontradas debido a que al parecer el Tío Roberto no corregía si no que comenzaba una y otra vez hasta dar con el proyecto definitivo. Anotaciones del propio autor complementan el juego.
Como libro es bastante particular porque más bien expone lo esbozos de una obra, sus ensayos y notas al pie. La figura del editor es fundamental. Y la escritura carga encima con ese sonido de demo, pero de aquellos donde junto a la precariedad o lo preliminar, asoma por supuesto el genio.
El texto mezcla décimas, testimonio, reflexión y dramaturgia y respeta la ortografía original de los manuscritos por lo que a pesar de no culminar nunca carga encima con la pícardía de una escritura que esconde en su aparente ingenuidad a un artista mayor y entrañable de nuestra historia.
«Vida, Pasión y Muerte de Violeta Parra»
Roberto Parra Sandoval
Ediciones Tacitas